jueves, 27 de noviembre de 2008

Escritos de otros tiempos

De algún lado aparecieron unos cuadernos que yo creía desaparecidos. Aparecieron con el, escritos que yo creía inútiles. Volvieron con estos últimos, bonitos recuerdos que yo creía olvidados. Aparecieron entonces olvidos que yo creía eternos. Pero así funciona la memoria: selecciona los recuerdos buenos y deja de lado los malos, para que podamos lidiar con nuestro pasado. Siempre un recuerdo imprevisto nos trae alguna contrariedad, en el peor de los casos inunda los ojos, pero siempre debe esbozar una sonrisa.

Bueno algunos de esos escritos aquí:

*Cuando te conocí tenías la mirada perdida, luego yo aprendí a perderme en tu mirada. Podías perder el sentido de las cosas con unas cervezas, pero le dabas sentido a las que yo me tomaba. A tu lado fui indefenso, perdí el control de los sentidos, me dominaron tu voz afinada y tus ojos sombríos. Tu risa de ángel conmovió en mi todo cuanto era sensible. Una noche de luna tus labios entreabiertos besaron mi boca y en la oscuridad tus ojos radiantes miraron los míos, tus brazos de escultura griega me echaron en tu lecho y tus dedos de pianista acariciaron mi piel. Tus susurros me dieron el norte, mi sudor calmó tu sed y la calma solo llego con la luz del amanecer. Tu espacio vacío me dio los buenos días, tu ausencia se encargo de alimentarme, tu indiferencia inundó mis ojos y tu silencio me quito la voz.

*No sabía mi mente de esa travieza curiosidad.No esperaba mi aliento tener tan cerca el tuyo, ni esperaba nuestro retozo tan pronto la mañana. No esperaban mis dedos rozar tu tibia piel ni mis oídos un adiós a tu manera. No esperaban mis labios nunca más besar los tuyos.No esperaban mis ojos llorar tanto más por ti.

P. D.: Nada de alusiones personales.La literatura tiene esa libertad, como dice el maestro: "Es mi canción, no tengo que decir la verdad". Paz.

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