miércoles, 31 de diciembre de 2008

Sameh Zoonoobee Allah - Gloria perdida

Pare de sufrir.

Cada vez que llego al Cusco me encuentro con una novedad. En esta oportunidad la novedad es que al lado de mi casa han abierto una iglesia. De esas en las que todas las señoras entran con falda, bien peinadas y con la biblia bajo el brazo. Al parecer les falta un miembro muy importante, al que todos llaman gritando eufóricamente. Probablemente esta señora llega tare y la llaman siempre todos juntos. Se llama Gloria. Todos la llaman extasiados, usando el micrófono y hasta levantando las manos por que al parecer vive al frente. El hecho es que sumado a esto vino encima toda la cuestión de la navidad y las oraciones familiares y eso. Todo esto me puso a pensar un poco en mi relación con el de arriba. Con Dios, Ala, Yavhe, o sea como se llame el ente superior que de alguna forma administra nuestras vidas (o no), o que simplemente sea esa instancia superior a la que agradecemos y culpamos por las cosas que escapan de nuestras manos.
El punto es que creo que la religión, y no recuerdo si lo escuche de algún profesor o lo leí en algún lugar, es el camino hacia Dios. De hecho cada uno, siendo individualista tiene una propia. Cada uno sabe, o debe saber, como llegar a Dios, ya sea guiado por una iglesia, guiado por las enseñanzas familiares, el yoga, el sexo tántrico, a través de ciertas sustancias alucinógenas o como sea.
Al terminar el 2008 a lo mejor serán 6 años que no voy a misa, salvo por ocasiones importantes, tipo matrimonios, bautizos, primeras comuniones, bodas de plata, etc. No me confieso hace mucho mas, no comulgo desde el 2002 y a lo mejor he hecho algunas cosas en la vida que muchos cristianos, católicos evangélicos y románicos encontrarían “pecaminosas” “lujuriosas” y hasta, no se, endemoniadas en las palabras del tipo este que habla en cierto canal UHF.
Felizmente ninguno de estos, ni el mismísimo hijo de puta de Cipriani, ni el perro ambicioso de Ratzinger, ni los dueños de Bethel, conocen a Dios. Es cierto yo tampoco pero al ser todos simples mortales, tenemos las mismas oportunidades y el mismo derecho de entender a Dios como mejor nos parezca y de atribuirle milagros o castigos.
El hecho es que no he dejado de creer en El, ni en su hijo, mi pata Yisus, ni en su madre, que tambien es mia, ni un poquito, ni he dejado de agradecerles por todas las cosas que me han pasado, buenas y malas, ni de pedirles siempre por las cosas que necesito, ni de encomendarme con ellos antes de cualquier proyecto (y principalmente antes de que el avión despegue) ni de agradecerles cada vez que todo sale bien, ni de pedirle perdon cuando la cago; ni de hacer las cosas pensando siempre en que les diría si me preguntaran ¿Por qué? Porque como dice una mujer a la que admiro mucho, la misma que me parió y me amamantó, Dios es grande. Y tan grande es que no necesito intermediarios, ni tramites entre el y yo, mucho menos burocracias estupidas, como la de la institución mas corrupta de la historia, la puta de Babilonia, ni de ninguna otra que se le quiera parecer, o de esas que aseguran ser las correctas, las únicas, las elegidas.
Con Dios y con mi conciencia me las arreglo solo, todos lo haremos al final.

No hay comentarios: